Éxodo 1:22 Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida.

Jocabed, una madre, que seguramente, con dolor, temor y lágrimas escondió a su hijo recién nacido librándole así de ser ahogado o devorado por un cocodrilo u otro animal.  Solo lo pudo esconder  por 3 meses... y tuvo que echarlo al río.   
Éxodo 2:3 Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río.

Es seguro que Jocabed echo a su Niño al rio con fe, ya no podía hacer más, ahora Dios tendría que hacer un milagro!
La hija del faraón rescata la arquilla, se queda con el bebé y contrata a Jocabed para que lo amamante.  Faraón nunca imaginó que ese niño encontraría la vida en el “lugar” de muerte.  La  providencia de Dios!

La vida está llena de eventos que pondrán a prueba mi fe, y haré lo que esté en mis manos! Seguramente  habrá lágrimas y  angustia pues muchas son las aflicciones del justo pero de todas me librará mi Señor así que lo imposible lo dejaré a la providencia de Dios.

Mi fe en su Palabra en Romanos 8.28
Y sabemos que A LOS QUE AMAN A DIOS, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.  Aleluya!