Qué difícil es aprender a perdonar a quienes nos han dañado; aunque el perdón es un estilo de vida en los hijos de Dios, pues dice en Mateo 6:12 “Y perdónanos nuestras deudas, como también NOSOTROS PERDONAMOS a nuestros deudores”.
No tomes el lugar de Dios para juzgar la ofensa, sino cree que Dios usará la herida y el dolor para un buen propósito, como lo hizo con José, Génesis 50.19,20
- Ora por el que te ofendió hasta que tu alma sane.
Mateo 5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y ORAD por los que os ultrajan y os persiguen;
- Buenas obras para el que te ofendió.
Romanos 12:17
No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante DE TODOS los hombres.
Al adoptar la actitud que Dios pide para aquel que nos ofendió viviremos sin odio, ira, rencor, amargura; y disfrutaremos la libertad de los hijos de Dios.
No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. Rom. 12.21
PASTORA MARTHA RODEA A.